Siempre busco lo bueno en la gente y confío en que en el fondo, todas las personas quieren hacer lo correcto. Hasta que se demuestre lo contrario, yo diario pongo mi fe en los demás. Mis empleados se empeñan en brindar una experiencia agradable y segura a cada paciente, y cada uno de ellos se prepara por un largo período de tiempo. Yo quiero que toda persona que trabaje en Yager Esthetics sea un gran embajador de la práctica y, que se comporte como un defensor honesto, tanto de ésta como del paciente.
Al estar aquí en la práctica privada por 20 años, he tenido muchos empleados. Mientras yo he estado dedicado a la práctica, muchos de mis empleados se han casado, tenido hijos, mudado fuera del estado, logrado grados universitarios o regresado a la escuela. En la medida que sus vidas cambian, por alguna razón, tienen que seguir adelante. Me causa alegría cuando los veo crecer como personas, continuar haciendo grandes cosas y lograr la felicidad.
Yo le digo a cada empleado desde un principio que si llegan a un punto en donde ellos no estén disfrutando de su trabajo en Yager Esthetics, que nos dejen saber inmediatamente. Tratamos de ver si hay modificaciones que se puedan hacer, si no, estamos encantados en ayudarles en la transición a otro campo o aventura en su vida. Sólo pedimos el profesionalismo y cortesía de ser honesto y franco con nosotros, y que nos den el tiempo necesario para buscar un reemplazo.
Con los años, hemos tenido mucho éxito por el tratamiento de los pacientes y el personal de esta manera respetuosa. Por supuesto, mi confianza ha sido traicionada en unas pocas ocasiones en menos de personal honorable. Yo preferiría vivir mi vida creyendo en la bondad de la gente de ser desconfiados de todo el mundo. No voy a cambiar por las pocas manzanas podridas. Tienen que mirar en el espejo y vivir con lo que son.