Durante el último año, ha habido una gran cantidad de publicidad de Smart Lipo, una técnica de liposucción asistida por láser que desde entonces ha tenido compañías produciendo máquinas como Slim Lipo, entre otros. El plan de marketing de las compañías es, sin duda, inteligente; ellos prometen hacer publicidad directa al público y referencias a todos los médicos que compran la máquina. Debido a que las venden en todo el país, pueden pagar una campaña publicitaria nacional, y los resultados son pacientes para cualquier persona que tenga la máquina. La verdadera pregunta es: ¿Ofrece este procedimiento beneficios para usted como paciente?
Hasta hoy que escribo este blog, no tengo conocimiento de ningún estudio convincente a largo plazo que muestre mejores resultados sobre la liposucción tradicional. Yo tengo conocimiento de muchos casos de quemaduras en la piel e irregularidades permanentes en el contorno como consecuencia de la inexperiencia de los médicos realizando Smart Lipo. Permítanme explicar por qué.
La empresa que vende la máquina quiere vender tantas máquinas como sea posible. Sera vendida a cualquier médico, independientemente de su formación o certificación. Esto significa que su ginecólogo/obstetra, médico familiar o internista que quiera hacer dinero puede comprar la máquina y obtener las referencias como experto en Smart Lipo. El único entrenamiento que reciben es ver a otro médico realizarla en su oficina antes de hacerla por su cuenta. Además, la liposucción asistida por láser tiene una tasa de complicaciones mucho más alta de quemaduras y acumulaciones de líquido.
Esto no quiere decir que el procedimiento es malo, los principales problemas son los médicos. Como menciono en mi blog anterior “¿Es su cirujano cosmético, un cirujano plástico?”, nunca asuma que solo por ser medico que realice cirugía estética es un cirujano plástico certificado. Pregunte: “¿Está usted certificado por la Junta Americana de Cirugía Plástica?” si usted quiere estar seguro.
En mi opinión, Smart Lipo es inteligente para el médico, no el paciente. Usted paga más por un procedimiento más riesgoso que es, posiblemente, realizado por un médico menos entrenado, sin ningún beneficio de mejores resultados. Sólo porque algo es nuevo y bien mercadeado no lo hace mejor. Sea un consumidor inteligente y haga su tarea.