Cuando muchos de mis pacientes en Yager Estética vienen para la consulta de cirugía cosmética, esperan milagros. Esperan no tener cicatrices o marcas, no es necesario ausentarse del trabajo, piensan que no tendrán ningún tipo de molestia o inflamación, y moretones. La gratificación instantánea es de lo que se trata todo esto. Ellos escuchan las historias de mis pacientes anteriores que están encantados con los resultados y olvidan el proceso de recuperación. Estos pacientes necesitan una revisión de la realidad.
Cuando consulto con los posibles pacientes, me aseguro de tener una idea realista de qué esperar en términos de resultado, el proceso de recuperación, el tiempo libre del trabajo o el ejercicio, y las posibles complicaciones que pueden ocurrir. Muestro fotos de antes y después de pacientes reales, sin retoques, y no sólo el mejor resultado que he obtenido.
Pero me parece que tengo grandes expectativas también. A pesar de que mis pacientes están muy satisfechos con los cambios que realizo en sus cuerpos y caras, espero la perfección en todo momento, incluso cuando es imposible. Soy demasiado duro conmigo mismo, y nunca estoy contento al 100%. Esto es malo para mí, pero es genial para mis pacientes. Para lograr lo increíble, tienes que intentar lo imposible.
Creo que un término medio para 2012 es que mis pacientes esperen los mejores resultados que puedan lograrse en la cirugía plástica en Yager Estética, y para mí estar satisfecho con la entrega de los mejores resultados posibles. La perfección no existe en nuestro mundo, pero voy a seguir persiguiéndola.