Era la víspera de navidad y en todas las figuras
No había rastro de celulitis bajo reveladoras vestiduras.
Las fajas se descartaron en una pila en el suelo;
contemplándose al espejo, las pacientes sonrieron.
Porque su cirujano con pericia las había remodelado,
para lucir con confianza sus vestidos adorados.
No hizo falta sujetadores, ni bufandas en sus cuellos,
ningún filtro fue aplicado cuando sus fotos compartieron.
Con confianza y auto estima sus personalidades brillaron,
y sus parejas felices, con elogios las colmaron.
Cuando el último paciente dejó la sala de operación,
la batalla del Dr. Yager contra el envejecimiento triunfó.
Y a medida que se perdía en su automóvil de vista
deseó a todo el mundo “¡Felices Fiestas y mantengan la piel lisa!”