Sea el jefe de su consultorio, pero no sea mandón

Soy un firme creyente de que un paciente debería ser como un socio al cuidar de sí mismo, especialmente cuando se trata de cirugía plástica cosmética. Porque, si bien un cirujano plástico tiene mucho más conocimiento acerca de los procedimientos que usted desea, hay alternativas en donde simplemente se tratará de una cuestión de gusto personal.

Cuando converso con un paciente sobre una cirugía, siempre le presento la información de la forma en que yo la manejo, tratando de ser tan imparcial como sea posible para que sea el paciente quien finalmente tome la decisión. Indudablemente, si se me consulta mi opinión o si ocurre que yo tengo alguna preferencia, se lo expresaré con franqueza al paciente, para que así pueda tomar una decisión informada. Yo no soy como un técnico que está obligado a hacer cualquier cosa que le se pida; lo que yo hago tiene que estar bien, tanto desde el punto de vista médico, como estético.

Si lo que usted desea que yo realice es algo que no me hará sentir orgulloso de mostrar como cirujano plástico, voy a declinar su solicitud. Eso no significa que usted deba tener las características perfectas de una súper modelo; simplemente, significa que el procedimiento que realice tiene que conducir a una mejoría que justifique el riesgo.

Yo animo a mis pacientes a hablarme directamente y sin rodeos, y a que me dejen saber qué es lo que realmente están tratando de obtener. Si yo carezco de esa información debido a que usted es una persona tímida o le avergüenza decírmelo, tendrá menos posibilidades de sentirse feliz con los resultados. No hay nada por lo que avergonzarse, solo sean honestos conmigo y obtendrán los mejores resultados.

Por otra parte, no me gustan los pacientes mandones, que me dicen lo que debo hacer y cómo debo hacerlo. Mi trabajo es educarles y ayudarles a determinar qué procedimientos tienen las más altas probabilidades de resultar exitosos. Si usted no desea escuchar lo que yo tengo que decir, tal vez debería aprenderlo por sí mismo (esta sugerencia no es en serio).

Exprese firmemente sus deseos, asóciese con un cirujano plástico que lo escuche y disfrute de los resultados de una saludable asociación.